750 g de pechugas de pollo sin hueso ni piel, cortadas en cubos
3 cucharadas de curry en polvo
Sal y pimienta al gusto
1 taza de cebolla amarilla picada
3 dientes de ajo picados
2 cucharadas de jengibre fresco picado
3 cucharadas de pasta de tomate
1 cucharadita de comino
1 cucharadita de cilantro molido
1 lata de leche de coco
1 taza de caldo de pollo
1 cucharada de azúcar moreno
Para servir
Arroz blanco
Pan Naan
Gajos de lima
Hojas de cilantro
Paso a paso:
En un tazón mediano, mezcla los trozos de pollo picado con ½ cucharada de curry en polvo, sal y pimienta.
Calienta una cucharada de aceite en una sartén grande a fuego medio-alto. Añade el pollo y cocínalo hasta que esté ligeramente dorado pero no completamente cocido, aproximadamente 2 minutos por cada lado. Retira el pollo de la sartén y colócalo en un plato aparte.
Calienta una o dos cucharadas de aceite en la misma sartén a fuego medio. Añade las cebollas y cocínalas durante aproximadamente 3 a 5 minutos, hasta que estén suaves y empiecen a dorarse. Agrega el ajo y el jengibre, y revuélvelos para combinarlos.
Añade la pasta de tomate, el curry en polvo restante, el comino y el cilantro molido a la sartén. Mezcla todo junto para formar una pasta espesa.
Agrega la leche de coco y el caldo de pollo a la sartén, revolviendo para combinar.
Aumenta el fuego a medio-alto hasta que hierva. Luego, reduce el fuego para que hierva a fuego lento. Cocina a fuego lento durante aproximadamente 8 minutos.
Añade el azúcar moreno y revuelve para combinar. Vuelve a poner el pollo dorado en la sartén. Aumenta el fuego a medio y cocina a fuego lento hasta que el pollo esté completamente cocido, aproximadamente de 3 a 5 minutos más.
Sirve con arroz blanco, gajos de lima y cilantro picado.